Un pequeno Paraiso en nuestro alrededor

Artículo de Atma Govinda sobre la transformación hacia un mundo mejor. Un texto que nos puede hacer ver el mundo de otra manera.

UN PEQUEÑO PARAISO EN NUESTRO ALREDEDOR


Vivimos en un mundo lleno de pobreza, guerras, enfermedad, injusticias y un sentimiento de vacío en el interior de las personas que habitan nuestro planeta.

En nuestra sociedad occidental vivimos más cómodamente, pero hay muchos más suicidios en nuestra sociedad que en países extremadamente pobres, pues tenemos una sociedad artificial donde la imagen, el dinero y el poder son aquellas cosas que en teoría nos dan la felicidad. Aunque es totalmente falso, pues pasamos por esta vida buscando más posesiones y al final la felicidad no es encontrada, pues simplemente encontramos momentos de placer al conseguir ciertos logros en nuestra rutinaria vida.

Esta claro que lo material no nos da la felicidad, pues la felicidad está solo en nuestro interior.

La mayoría de religiones nos prometen un paraíso después de la muerte, siempre y cuando consigamos seguir las leyes divinas marcadas por cada una de estas religiones. Pero si no se siguen seremos condenados a los infiernos o a renacer en vidas inferiores, llenas se sufrimientos y desgracias.

Entonces ¿Por qué esperar a la muerte para conseguir felicidad duradera?

Todas las personas del mundo tienen un punto en común, todas y sin excepción buscan la felicidad, aunque cada una de ellas tengan objetivos o actitudes distintas para conseguirla.

Si todos queremos la felicidad deberíamos buscar la manera de crear un pequeño paraíso a nuestro alrededor, sin tener que esperar la muerte o una vida futura para ser felices.

Por tanto intentemos buscar paz a nuestro alrededor, amar a las gentes que nos rodean, ayudar aquel que lo necesita y sentirnos bien con aquello que tengamos.

Eso sí, para amar a los demás primero debemos amarnos a nosotros mismos, pues si no nos amamos no podremos amar a los demás. Amate, cuida tu cuerpo, busca la paz en tu interior, pues si cambias tu, también cambia tu entorno.

El paraíso en la Tierra es posible, pues si conseguimos ser felices nosotros y luchamos para que nuestro alrededor sea feliz, habremos conseguido un pequeño paraíso a nuestro alrededor y la suma de pequeños paraísos nos llevaran a un mundo sin guerras, sin hambre, sin injusticias.

Tampoco nos engañemos, porque un paraíso en la Tierra no es fácil, pero intentemos solo cambiarnos a nosotros mismos, ver el amor en los demás, dar buenos consejos a quienes los necesitan, no dar la espalda a las injusticias y dejar de llevar una vida de pura inercia, de rutina cotidiana y volvernos activos. Pues solo en la paz encontraremos la paz, solo en el amor encontraremos el amor. Por tanto mira a tu alrededor y empieza a ver un mundo con ojos de esperanza, amor y paz.

Intenta cada noche analizar el día transcurrido y analizar tu comportamiento, las cosas que hayas hecho buenas y las cosas que podrías haber hecho mejor. Analiza los momentos de tensión, los pensamientos negativos o violentos hacía ti o hacia los demás. Y si al día siguiente puedes mejorar un solo aspecto, un solo problema, sin duda alguna habrás dado un paso importante hacia tu pequeño paraíso.

Si por alguna razón te has peleado, has contestado mal, has sacado tu ira o tu ego hacia alguien, no te culpes ni te autocastigues, simplemente intenta solucionarlo o buscar la manera de que no vuelva a ocurrir. Hay que aprender de los errores, aprender de lo vivido, pues de esta manera podremos evolucionar. Verás que poco a poco cambiará tu carácter, cada día tendrás menos tensiones y cada día serás más capaz de afrontar los problemas de la vida cotidiana.

¿Quieres ser feliz?

¿Quieres vivir en paz?

¿Quieres un mundo mejor?

Si la respuesta es afirmativa empieza a quererte, empieza a estar en paz, empieza a luchar día a día contra las injusticias de tu alrededor, pero siempre con amor y respeto. El mundo te necesita, la humanidad necesita gente como tu que pueda cambiar su alrededor hacia un pequeño paraíso en la Tierra. Gracias por existir, gracias por quererte, gracias por amar.

Atma Govinda